
Enero siempre ha sido un mes especial para el equipo de Empresas Conscientes. Un punto de partida, una hoja en blanco que invita a reescribir hábitos, objetivos… y también la forma en la que se cuidan. Este año, decidieron comenzar con un mensaje muy claro: el bienestar (o wellbeing) no puede seguir siendo un extra, sino una prioridad.
Un nuevo comienzo con el wellbeing como eje
A lo largo de los años, han observado cómo los entornos laborales pueden ser fuente de crecimiento o de desgaste. Por eso, todo el trabajo de Empresas Conscientes gira en torno a una idea: una empresa saludable es una empresa consciente, y eso solo se logra cuando se pone a las personas en el centro. Este mes ha sido prueba de ello. Se han volcado en escuchar, en diseñar, en acompañar, pero sobre todo, en construir entornos donde el bienestar sea parte de la cultura.
Nuestro Plan Integral de Wellbeing 2025
Una de las cosas que más ha ilusionado al equipo en enero ha sido el lanzamiento del Plan Integral de wellbeing 2025. No es solo un programa más: es el resultado de años de experiencia, investigación y conversaciones reales con empleados de distintos sectores.
Este plan combina distintos pilares del wellbeing:
- Salud emocional y mental, con sesiones de psicología individual y grupal.
- Alimentación consciente, a través de talleres y seguimiento nutricional.
- Desarrollo personal y profesional, para fortalecer la autoestima, la motivación y el liderazgo interno.
- Mindfulness y gestión del estrés, con técnicas prácticas que los trabajadores pueden aplicar en su día a día.
El equipo de Empresas Conscientes se siente muy orgulloso de haber participado en la cocreación de este plan, porque no se trata solo de “hacer sentir bien” a los empleados, sino de ayudarles a reconectar con su propósito, su equilibrio y su energía vital. Y eso no solo transforma su forma de trabajar, sino también su forma de vivir.
Una semana para reconectar cuerpo, mente y emoción
Del 15 al 19 de enero celebraron la primera Semana del Wellbeing Consciente del año. Fue un espacio para compartir, experimentar y volver a poner foco en lo que realmente importa: cómo se sienten. Cada día ofrecieron talleres específicos en formato presencial y online. Los temas fueron variados, pero todos con un mismo objetivo: construir bienestar duradero, no solo sensaciones pasajeras.
Uno de los talleres más destacados fue “Respira y suelta”, donde trabajaron la respiración consciente y cómo esta puede ayudar a reducir la ansiedad acumulada. Algunos asistentes escribieron mensajes de agradecimiento, como este: “Gracias, hacía mucho que no me sentía tan tranquila en mi propia piel”. Ese tipo de comentarios son la razón por la que hacen lo que hacen.
También ofrecieron una sesión sobre alimentación emocional, en la que analizaron la relación entre lo que comen y cómo se sienten. Fue revelador ver cómo muchos se dieron cuenta de que no es solo cuestión de menús o dietas, sino de aprender a escucharse y respetarse.
Cuidar desde dentro: nuestro propio wellbeing
Como equipo, también se plantearon el reto de predicar con el ejemplo. Por eso, enero fue también un mes de introspección. Organizaron una jornada interna para evaluar su propio estado de wellbeing. Porque para acompañar a otros, primero hay que estar bien con uno mismo.
Evaluaron su nivel de energía, sus rutinas de descanso, sus hábitos de desconexión digital, e incluso su manera de gestionar las emociones en el entorno laboral. A partir de ahí, tomaron algunas decisiones importantes: implementar microdescansos en la jornada, abrir espacios de escucha quincenales y flexibilizar algunos horarios para adaptarse mejor al ritmo personal de cada miembro del equipo.
El equipo se comprometió a trabajar mejor su descanso. Se dieron cuenta de que, por querer darlo todo, a veces se olvidan de recargar energías. Y sin energía, no hay bienestar posible.
¿Por qué el wellbeing ya no es opcional?
Una de las cosas que más han repetido este mes en reuniones con clientes es que el wellbeing no es una moda, es una necesidad. Viven en un mundo laboral que va cada vez más rápido, más exigente, más competitivo. Y en medio de todo eso, las personas se sienten desconectadas, quemadas o simplemente vacías.
Incorporar estrategias de bienestar en la empresa no solo mejora la productividad: reduce el absentismo, mejora el clima laboral, aumenta la retención de talento y, sobre todo, devuelve la humanidad al lugar de trabajo. Cada vez más empresas lo están entendiendo. Y eso les da esperanza.
Mirando hacia el futuro con consciencia
Este mes han sembrado mucho. Han tenido conversaciones valiosas, creado contenido, diseñado nuevas colaboraciones y sobre todo, han reforzado su identidad. Empresas Conscientes no es solo un nombre: es un estilo de vida, una filosofía que defiende que el bienestar no es negociable.
Se preparan para febrero con nuevos retos: lanzarán una herramienta online para seguimiento del bienestar, comenzarán sesiones en una gran empresa del sector educativo, y están cerrando su participación en un congreso internacional sobre salud laboral. Todo esto les impulsa, pero también les exige seguir siendo fieles a su esencia.
Si enero ha sido un comienzo, quieren que el resto del año sea una confirmación. Confirmación de que se puede trabajar bien sin dejar de cuidarse. Confirmación de que las personas importan. Y sobre todo, confirmación de que el bienestar y la productividad no están en bandos opuestos, sino que son aliados naturales.