La campaña del aceite nuevo ya ha comenzado en la Sierra de Cabra, marcando uno de los momentos más esperados del año para el sector olivarero andaluz y para los consumidores que buscan un aceite de oliva virgen extra fresco, aromático y de máxima calidad. Con la llegada de las primeras molturaciones, cooperativas y almazaras de la zona inician una nueva cosecha marcada por el cuidado del fruto, la recolección temprana y la apuesta por la excelencia.
Este inicio de campaña supone mucho más que la producción de aceite: representa el trabajo de todo un año en el campo y la continuidad de una tradición profundamente arraigada en el corazón de la provincia de Córdoba.
La campaña del aceite nuevo, un momento clave para el olivar
Cada otoño-invierno, la campaña del aceite nuevo concentra la atención de agricultores, técnicos y consumidores. Se trata del periodo en el que se elabora el aceite a partir de las primeras aceitunas recolectadas, generalmente cuando el fruto aún está verde o en envero temprano. Este momento permite obtener un aceite con un perfil sensorial intenso, lleno de matices verdes y con una frescura difícil de igualar.
En la Sierra de Cabra, las condiciones climáticas y orográficas favorecen una maduración equilibrada de la aceituna, lo que convierte a esta comarca en un enclave privilegiado para la producción de aceite de oliva virgen extra de alta calidad.
Apuesta por la calidad frente a la cantidad
Una de las claves de esta nueva campaña es la clara orientación hacia la calidad. La recolección temprana, aunque reduce el rendimiento en litros, permite obtener aceites más aromáticos, con mayor concentración de antioxidantes naturales y una personalidad muy definida.
Este enfoque es compartido por entidades como Monteoliva, marca perteneciente a la Cooperativa Olivarera Virgen de la Sierra de Cabra, que ha iniciado la campaña priorizando el cuidado del fruto y la rapidez en el proceso de molturación. Desde la cooperativa destacan que el objetivo no es solo producir aceite, sino ofrecer un producto que refleje fielmente el territorio y el trabajo de sus socios.
El valor del aceite nuevo para el consumidor
El aceite nuevo se caracteriza por su sabor intenso y su aroma fresco, con notas que recuerdan a la hierba recién cortada, la hoja de olivo o el tomate verde. Estas cualidades lo convierten en un producto muy apreciado para consumir en crudo, especialmente en platos sencillos donde el aceite es protagonista.
Además, el inicio de la campaña despierta un creciente interés entre los consumidores, cada vez más informados y exigentes, que valoran aspectos como el origen, la trazabilidad y el método de producción. En este contexto, el papel de las cooperativas cobra especial relevancia.
Cooperativismo y territorio: pilares del sector
La Cooperativa Olivarera Virgen de la Sierra de Cabra agrupa a numerosos agricultores de la zona que, campaña tras campaña, trabajan de forma conjunta para garantizar la calidad del aceite. Este modelo cooperativo permite controlar todo el proceso, desde el cultivo del olivar hasta el envasado final, asegurando estándares elevados y una relación directa entre productor y consumidor.
Marcas como Monteoliva representan este compromiso con el territorio, apostando por aceites que conservan la identidad de la Sierra de Cabra y que ponen en valor el origen como elemento diferenciador en un mercado cada vez más competitivo.
Denominación de origen y confianza del consumidor
Otro aspecto destacado de la campaña es la importancia de los sellos de calidad. Parte de la producción de la zona está amparada por la DOP Baena, una de las denominaciones de origen más reconocidas del aceite de oliva español. Este distintivo garantiza el cumplimiento de estrictos controles y aporta una mayor confianza al consumidor final.
En un contexto de precios elevados y gran diversidad de ofertas, la denominación de origen se consolida como una herramienta clave para diferenciar el aceite de calidad frente a productos más genéricos.
Un producto estacional con gran demanda
Aunque el aceite de oliva se consume durante todo el año, el aceite nuevo es un producto claramente estacional. Su demanda se concentra en los primeros meses tras la cosecha, cuando conserva intactas todas sus propiedades. Por ello, muchas cooperativas recomiendan disfrutarlo en los meses posteriores a su elaboración.
Desde el sector señalan que esta campaña despierta también un notable interés en el ámbito gastronómico y en el segmento gourmet, donde el aceite nuevo se posiciona como un producto exclusivo y muy valorado.
Mirando al futuro del aceite en la Sierra de Cabra
El arranque de la campaña del aceite nuevo en la Sierra de Cabra refleja la resiliencia y la capacidad de adaptación del sector olivarero. A pesar de los desafíos climáticos y económicos, cooperativas y agricultores continúan apostando por la calidad, la sostenibilidad y el respeto por el entorno.
Empresas como Monteoliva afrontan esta nueva campaña con optimismo, convencidas de que el valor del aceite de oliva virgen extra pasa por ofrecer productos auténticos, ligados al territorio y elaborados con el máximo cuidado desde el campo hasta la mesa.
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